Muchas veces pensamos que
el Perdón es un regalo para
el otro, sin darnos cuenta que
los únicos beneficiados somos
nosotros mismos.
El perdón es una expresión de amor.
El perdón nos libera de ataduras que nos
amargan el alma y enferman el cuerpo.
No significa que estés de acuerdo con lo que
pasó, ni que lo apruebes. Perdonar no
significa dejar de darle importancia a lo que
sucedió, ni darle la razón a alguien que te
lastimó. Simplemente significa dejar de lado
aquellos pensamientos negativos que nos
causan dolor o enojo.
La falta de perdón te ata a las personas con
el resentimiento. Te tiene encadenado. La
falta de perdón es el veneno más destructivo
para el espíritu ya que neutraliza los
recursos emocionales que tienes.
La falta de perdón es una declaración que
puedes y debes renovar a diario. Muchas
veces la persona más importante a la que
tienes que perdonar es a ti mismo por todas
las cosas que no fueron de la manera que
pensabas.
“La declaración del perdón es la clave para
liberarte”
Aligera tu carga y estarás más libre para
moverte hacia tus objetivos.